El esguince afecta al ligamento y se produce cuando este es rasgado, torcido o estirado en grado excesivo. El ligamento es una banda resistente de tejido elástico cuya función en el cuerpo humano es la unión de los extremos óseos de una articulación. La causa del esguince suele ser un movimiento brusco, una caida, un golpe o una fuerte torcedura de la articulación superando la amplitud normal de la misma.
Los esguinces son fáciles de reconocer a simple vista por el terapeuta, porque nada más preguntar cómo ha sido la lesión, la respuesta del paciente será seguramente, alguna de las causas que hemos citado en el párrafo anterior, pero además, sus signos son muy evidentes, ya que causan dolor, inflamación e impotencia funcional y dependiendo del grado, serán mayores o menores estos signos.
En cuanto a la recuperación de los esguinces variará en función de la gravedad y también de si la lesión es crónica o no. La clasificación común es la que distingue entre esguinces leves, en los que sólo existe una distensión en los ligamentos, y esguinces graves, en las que los ligamentos están rotos, y a ese grado de rotura se le denomina técnicamente, "bocado articular", y dependiendo de la extensión del mismo, serán lógicamente, más o menos graves.
Las partes del cuerpo humano que más esguinces suelen parecer, por el tipo de articulación de que se tratan, son el tobillo, codo, muñeca, pulgar, y la zona cervical de la columna vertebral, aunque también pueden afectar a otras regiones corporales.
Es muy común entre los deportistas las lesiones de esguinces de tobillo, por el grado de estres que padece la articulación del tobillo en estas personas, y dentro de este tipo de esguince, el más común en deportistas es el esguince que afecta al ligamento colateral.
Atendiendo a la gravedad de la lesión, los esguinces pueden clasificarse en diversos tipos:
- Esguince de Grado I: producido por distensión parcial del ligamento. Requiere tratamiento conservador, fisioterapia, masoterapia y puede que algún medicamente antiinflamatorio no esteroideo, como el Ibuprofeno, cada 12 u 8 horas.
Hay esguinces benignos, a veces llamados entorsis, que se producen por un estiramiento violento de los ligamentos articulares, no llegando a una verdadera rotura ni arrancamiento.
- Esguince de Grado II: producido por rotura parcial o total del ligamento. Requiere tratamiento conservador si la rotura no es muy amplia o intervención quirúrgica, si el ángulo de "bocado articular" es amplio.
- Esguince de Grado III: producido por rotura total del ligamento y además arrancamiento del hueso. Inexcusablemente, el tratamiento requerirá intervención quirúrgica. Si varios ligamentos se rompen a la vez, esto puede ocasionar una luxación, si se llega a perder completamente la congruencia articular.
Muy importante será para quiromasajistas y terapeutas que traten el esguince, el tipo de examen clínico que realicen. Como información, decir que la articulación normalmente está hinchada y es muy dolorosa, pero pueden efectuarse los movimientos, incluso de manera normal. Pueden ser engañosos en cuanto a la valoración radiográfica, ya que la radiografía no es capaz de revelar ninguna lesión.
Para este tipo de esguinces leves el tratamiento consistirá en la aplicación de una inmovilización ligera, mediante una férula o vendaje comprensivo, para favorecer la cicatrización del ligamento.
Si embargo, si el esguince produce mucho dolor, puede colocarse un yeso para que quede mejor inmovilizada la extremidad o la articulación que haya sido lesionada. Lo más efectivo es la colocación de un yeso, con el cuál la inmovilización será prácticamente total y se acelerará la recuperación.
Si de esguinces clasificados como Grado II se trata, ya hemos comentado que habrá un desgarre o un arrancamiento del ligamento. El quiromasajista o el terapeuta se encontrará con que la articulación tiene movimientos anormalmente amplios a causa de que el ligamente no actúa sujetando como debiera. En el examen clínico, la articulación es bastante dolorosa y está hinchada. La radiografía es principal para la detección de los esguinces graves, y hay que tener cuidado en su tratamiento ya que pueden dejar secuelas como dolores persistentes, rigidez, inestabilidad y fragilidad en la articulación en donde se ha padecido el esguince. Para su tratamiento, puede bastar con una inmovilización durante algunas semanas, pero casi siempre, es necesario realizar una intervención quirúrgica. En la intervención se reparará el ligamento arrancado o se sustituirá por uno artificial de materiales sintéticos.
Para cualquier tipo de esguince de Grado II es aconsejable el tratamiento con fisioterapia ya que puede ayudar al paciente a recuperar su movilidad en la articulación dañada y a recuperar el tono muscular perdido.
Los esguinces graves están caracterizados por un fuerte desgarre y un arrancamiento del ligamento. El exámen clínico verá que los movimientos son anormalmente amplios en la articulación y que habrá mucho dolor al palpar e hinchazón. Hay excepciones, en las que no aparece demasiado dolor y para evitar una equivocación en el diagnóstico, hay que aliarse con la radiografía en el caso de estos esguinces graves con poco dolor, que son las excepción. Si son bien tratados se evitará que puedan dejar secuelas como dolores persistentes, rigidez, inestabilidad y fragilidad de la articulación. Puede ser suficiente con una inmovilización durante varias semanas, pero lo más normal es que sea necesario realizar una intervención quirúrgica, en la que se repare el ligamento arrancado o se sustituya por uno artificial de materiales sintéticos. Para cualquier tipo de esguince de Grado III es aconsejable el tratamiento con fisioterapia ya que puede ayudar al paciente a recuperar su movilidad en la articulación dañada y a recuperar el tono muscular perdido.
Rehabilitación de esguinces: objetivos
- reeducación del segmento lesionado;
- disminución de la inflamación;
- fortalecimiento de los músculos que rodean la zona lesionada;
- dos a tres semanas para curarse será el tiempo necesario.
Si el esguince lo padece un deportista, el tiempo para volver a practicar deporte, normalmente variará dependiendo de que la inflamación o el dolor no existan o sean mínimos. Caso de que el dolor sea mínimo, se aconseja vendar la zona afectada para asegurarla. En los esguinces graves es aconsejable la protección del tobillo mediante una tobillera o una ortesis para buscar la disminución de la probabilidad de nuevos esguinces.
En la imagen podemos observar que el tan común esguince de tobillo se produce por una torcedura del mismo, con el consiguiente estiramiento del ligamento externo, para este caso.
