Los dedos, las palmas, los nudillos... como complemento de las
terapias médicas. Los masajes manuales son una opción a la que recurren
cada vez más personas y parece que su fama es bien merecida. Son varias
las evidencias que demuestran que 'contactar' con el cuerpo no sólo
sirve para curar lesiones, que sería la aplicación más 'clásica', sino
que también reduce el estrés y fortalece el sistema inmunitario.
En septiembre de 2010 aparecía publicado en 'The Journal of Alternative and Complementary Medicine' un estudio bastante concluyente en este sentido. Y lo hacía bajo el amparo del Cedars-Sinai Medical Center (Los
Ángeles, EEUU) -donde se realizó el estudio- y los Institutos
Nacionales de la Salud de EEUU (NIH, por sus siglas en inglés).
Los autores del citado trabajo analizaron los efectos beneficiosos de
un masaje suave o uno sueco (de mayor intensidad), de 45 minutos de
duración, sobre un total de 53 participantes sanos. A todos ellos se les
implantó un catéter para tomar muestras de sangre antes de la
intervención y después (pasados uno, cinco, 10, 15, 30 y 60 minutos).
También se analizó la composición de la saliva en las distintas fases.
Con estos datos sobre la mesa, los expertos concluyeron que una sola
sesión de masaje mejoró el sistema inmunitario de estas personas. El de
tipo sueco se relacionó con unos menores niveles de cortisol (una hormona asociada al estrés) y de arginina vasopresina (una
hormona que propicia el aumento de cortisol y, por ende, del estrés).
Asimismo, y aunque de forma más moderada, se notó un incremento en la
cifra de linfocitos (células del sistema defensivo).
El masaje suave también logró mejorar el perfil biológico de los que
se sometieron a él. Se detectó una mayor cantidad de oxitocina (hormona
relaciona con la satisfacción) y menos de corticotropina (hormona que
estimula la liberación de cortisol).
Todos estos cambios vienen a demostrar, tal y como sostienen los
firmantes de la investigación, que este tipo de intervenciones "puede
tener bastantes efectos sobre el sistema inmunitario".
Con las manos se puede actuar "sobre el sistema celular y el nervioso
así como en el plano psicológico". Combinar distintas técnicas
(quiromasaje, osteopatía, drenaje linfático) puede ayudar a tratar,
además del estrés, algunos casos de asma, estreñimiento, migrañas o
incluso acúfenos".
Fuente: El mundo.es