Los daneses Dr.Emil Vodder y su esposa Estrid, fueron
los que en el año 1932 describieron y pusieron en práctica el drenaje
linfatico. A ellos les siguieron otros fisioterapeutas, de entre los
destacó Leduc.
El origen del sistema linfático no se conoce con
exactitud. Debido a esto es por lo que se ha alimentado la polémica y
desacuerdo sobre el estudio embriologíco. Parece que hay estudios que
apuntarn a que el sistema linfático precede al sistema circulatorio
sanguíneo porque el sanguíneo se fue desarrollando porque hubo la
necesidad de disponer de un sistema muscular fuerte, con el objetivo de
la consolidación de una vida más activa. Existen teorías para explicar
dicho origen, sin embargo, en la actualidad parece que hay bastantes
posiciones contrapuestas y nada claras aclaradas y son algunas las
incógnitas que existen para el esclarecimiento de las causas de nuestra
peculiar morfología. Para la sociedad actual el estudio del sistema
linfático y todo lo relativo al drenaje linfatico como masaje
terapeutico, es relativamente reciente, sin embargo, el estudio del
sistema linfático y sus funciones eran ya conocidos en los tiempos
antiguos.
Ya fue Hipócrates el que hablaba de "sangre blanca",
cuando se refería a unos conductos que contenían un liquido lechoso y
blanquecino. En la actualidad ya se sabe que Hipocrates hablaba de los
vasos quilíferos, cuya reponsabilidad es la del transporte de las grasas
provenientes de la digestión, que no es posible su absorción por vía
venosa.
También Aristóteles, Herófilos y Erasístrato mencionan en sus escritos "ciertas estructuras anatómicas, que encierran un fluido incoloro", y este aspecto es el que tiene la linfa. En concreto, Herófilos, cita ciertos vasos que se dirigen a una "especie de glándulas no definidas", que son lo que en la actualidad se conocen como los gánglios linfáticos.
También Aristóteles, Herófilos y Erasístrato mencionan en sus escritos "ciertas estructuras anatómicas, que encierran un fluido incoloro", y este aspecto es el que tiene la linfa. En concreto, Herófilos, cita ciertos vasos que se dirigen a una "especie de glándulas no definidas", que son lo que en la actualidad se conocen como los gánglios linfáticos.